Viaje oficial partido Real Madrid - Nástic de Tarragona (18/03/2007)
La peña a su llegada al BernabeúUna vez más la Peña Madridista Gachera acudió al Estadio Bernabeú para animar a su equipo y apoyar a sus jugadores. Sólo sesenta socios y simpatizantes pudieron esta vez hacer el viaje, ya que por desgracia no se pudo atender al resto de personas que demandaban un sitio para acompañar a la Peña. Reseñar que en esta ocasión la Peña ha contado con el patrocinio de la Concejalía de Deportes del Ayuntamiento, que se ha hecho cargo de los gastos de autobús, lo que agradecemos a su titular, el Sr. Sánchez Conde.
A primera hora de la mañana, algunos con gafas de sol que ocultaban las pocas horas de sueño, nos reunimos en el Ejido, allí nos esperaba un autobús, muy nuevo, que a muchos nos pareció enorme, muy, muy largo, no en vano es difícil encontrar un autobús de sesenta plazas.
El viaje fue ameno, y aunque tuvimos que ir por Fuencaliente, la verdad que contemplar el paisaje de la sierra nos resarció del rodeo. Después de pararnos a reponer fuerzas cerca de Puerto Lápice, hicimos la tradicional porra, donde como no, hubo de todo, forofos, optimistas irredentos y pesimistas abucheados.
A la hora de comer llegamos a Madrid, y tras bajar al lado del Bernabeú, nos dispersamos y cada grupo se encaminó a reponer fuerzas. Nosotros comimos en la Plaza del Sol e hicimos un mini tour turístico por el centro, Palacio Real, Calle Mayor, Ayuntamiento, etc... (tuvimos ocasión de ver el barco español de la Copa América y conocer muchas curiosidades) y prontito al metro y al estadio. Ya que venimos no es plan de llegar tarde al partido.
Y allí tuve otra vez la suerte de degustar lo que más me gusta de estos desplazamientos, y es contemplar la cara de un niño la primera vez que entra en el Bernabeú, en esta ocasión mi sobrino Miguel abrió muchísimo sus ojos y resumió todo en una palabra: ¡¡¡¡¡¡Vayaaaaaaaaa!!!!!.
Esta ocasión, para alegría de los más pequeños, la mitad teníamos localidades de las primeras filas de la grada baja, con lo que pudieron contemplar a sus ídolos muy de cerca. Támbien a algunas aficionadas, con la cercanía, se les escapó algún piropo que otro a Raúl y Guti.
A destacar la banda del Bar Juanele, (¡¡¡ como se lo pasaron, en especial un Antonio Ruiz "eufórico" !!!) que con sus pancartas reclamando el Ave en Villanueva, supieron unir un acontecimiento festivo y una reivindicación justa de nuestra tierra. También su pancarta "Emerson vete al Pedroche" fue muy comentada. Cuando después de pitar el árbitro empezamos a desesperarnos y sufrir por el juego de nuestro equipo, volvimos a contemplar esa faceta tan famosa del Bernabeú adocenado y resignado de los últimos tiempos y que a mí me cuesta tanto de comprender.
Pero por fortuna, después del obligado bocadillo del descanso, salió Robinho y con él la alegría y el fútbol. Y como es lógico, los goles, lástima que nos tocó en la otra portería y no se pudieran contemplar bien. Final, 2-0 y contentos para casa. Carreras, compras de última hora y al autobús que mañana hay que madrugar. Cenamos nada más salir de la capital y cuando nos disponíamos a dormitar hasta llegar a casa, nuestro amigo Rafa nos dió un tremendo susto, que al final, gracias a los cuidados de nuestro buen doctor Juanjo, (que lujo, viajamos con servicio médico propio) quedó sólo en eso, en un mal susto.
Y a las dos y media vimos desde la Motilla esa antorcha iluminada y reluciente que siempre añoramos los gacheros cuando nos apartamos unos kilómetros de nuestra hermosa Torre. Otra vez al Ejido, desesperezarse, coger las mochilas y a casa, donde algunos entramos pensando "verás que madrugón" y otros, más jóvenes y afortunados, se acostaron soñando con las imágenes siempre deseadas y hoy felizmente realizadas de visitar el mejor campo y el mejor equipo de la historia. Pronto volveremos.
A primera hora de la mañana, algunos con gafas de sol que ocultaban las pocas horas de sueño, nos reunimos en el Ejido, allí nos esperaba un autobús, muy nuevo, que a muchos nos pareció enorme, muy, muy largo, no en vano es difícil encontrar un autobús de sesenta plazas.
El viaje fue ameno, y aunque tuvimos que ir por Fuencaliente, la verdad que contemplar el paisaje de la sierra nos resarció del rodeo. Después de pararnos a reponer fuerzas cerca de Puerto Lápice, hicimos la tradicional porra, donde como no, hubo de todo, forofos, optimistas irredentos y pesimistas abucheados.
A la hora de comer llegamos a Madrid, y tras bajar al lado del Bernabeú, nos dispersamos y cada grupo se encaminó a reponer fuerzas. Nosotros comimos en la Plaza del Sol e hicimos un mini tour turístico por el centro, Palacio Real, Calle Mayor, Ayuntamiento, etc... (tuvimos ocasión de ver el barco español de la Copa América y conocer muchas curiosidades) y prontito al metro y al estadio. Ya que venimos no es plan de llegar tarde al partido.
Y allí tuve otra vez la suerte de degustar lo que más me gusta de estos desplazamientos, y es contemplar la cara de un niño la primera vez que entra en el Bernabeú, en esta ocasión mi sobrino Miguel abrió muchísimo sus ojos y resumió todo en una palabra: ¡¡¡¡¡¡Vayaaaaaaaaa!!!!!.
Esta ocasión, para alegría de los más pequeños, la mitad teníamos localidades de las primeras filas de la grada baja, con lo que pudieron contemplar a sus ídolos muy de cerca. Támbien a algunas aficionadas, con la cercanía, se les escapó algún piropo que otro a Raúl y Guti.
A destacar la banda del Bar Juanele, (¡¡¡ como se lo pasaron, en especial un Antonio Ruiz "eufórico" !!!) que con sus pancartas reclamando el Ave en Villanueva, supieron unir un acontecimiento festivo y una reivindicación justa de nuestra tierra. También su pancarta "Emerson vete al Pedroche" fue muy comentada. Cuando después de pitar el árbitro empezamos a desesperarnos y sufrir por el juego de nuestro equipo, volvimos a contemplar esa faceta tan famosa del Bernabeú adocenado y resignado de los últimos tiempos y que a mí me cuesta tanto de comprender.
Pero por fortuna, después del obligado bocadillo del descanso, salió Robinho y con él la alegría y el fútbol. Y como es lógico, los goles, lástima que nos tocó en la otra portería y no se pudieran contemplar bien. Final, 2-0 y contentos para casa. Carreras, compras de última hora y al autobús que mañana hay que madrugar. Cenamos nada más salir de la capital y cuando nos disponíamos a dormitar hasta llegar a casa, nuestro amigo Rafa nos dió un tremendo susto, que al final, gracias a los cuidados de nuestro buen doctor Juanjo, (que lujo, viajamos con servicio médico propio) quedó sólo en eso, en un mal susto.
Y a las dos y media vimos desde la Motilla esa antorcha iluminada y reluciente que siempre añoramos los gacheros cuando nos apartamos unos kilómetros de nuestra hermosa Torre. Otra vez al Ejido, desesperezarse, coger las mochilas y a casa, donde algunos entramos pensando "verás que madrugón" y otros, más jóvenes y afortunados, se acostaron soñando con las imágenes siempre deseadas y hoy felizmente realizadas de visitar el mejor campo y el mejor equipo de la historia. Pronto volveremos.
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La Peña Madridista Gachera, vuelve a estar en la vanguardia de las nuevas tecnologías, y aprovechando que el Real Madrid ha inaugurado una nueva sección para sus Peñas en la página oficial, ahí estamos siendo una de las primeras en mostrar al mundo nuestra historia y nuestras noticias. Para visitarla pinchar aquí. De esta forma queremos aprovechar ese escaparate al mundo, a la vez que ofrecemos a nuestros socios una nueva forma de intercomunicación con su Peña y su Club.